martes, 6 de septiembre de 2011

Nueva York se despierta con Irene

Los neoyorquinos se fueron a dormir preocupados por la inminente llegada del huracán Irene y se despertaron con una tormenta tropical.
El alcalde Michael Bloomberg pidió a los habitantes de la ciudad que no salieran de sus casas hasta el mediodía.
Las calles estaban extrañamente silenciosas y vacías debido a la ausencia de personas y de vehículos. El silencio era aún más notable en partes especialmente bulliciosas, como en el distrito teatral de Broadway, donde ayer se cancelaron todas las funciones, o en la Quinta Avenida, que estos días recibe la visita de miles de turistas.La mayoría de neoyorquinos durmieron acompañados por el ruido de la lluvia y por los silbidos del viento, y se despertaron antes de las ocho de la mañana, hora prevista de llegada del tornado, para estar alerta y preparados por si su casa o su calle sufrían destrozos.
Cerca de 200 vecinos reportaron a primera hora de la mañana caídas de árboles en sus calles.
Un hombre de Queens permanecía en estado grave en el hospital después de que ayer sufriera una caída cuando intentaba proteger las ventanas de su casa con maderas.
Menos alarma
Aunque el riesgo de inundaciones provocado por las subidas de los ríos aún existe, los ciudadanos empezaban la mañana con una sensación de menos alarma que el día anterior. Irene estaba provocando menos daños de los inicialmente previstos y la mayoría de vecinos tenían luz en sus casas.

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