Chávez promete autos 'buenos, bonitos y baratos'
"Hugo Chávez juega con un modelo del nuevo auto durante un gabinete de ministros en el Palacio de Miraflores."
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, espera que dentro de un par de meses los venezolanos puedan comprar autos 'buenos, bonitos y baratos' gracias a un proyecto con Chery, la principal automotriz privada china.
Los modelos Arauca y Orinoco -bautizados así por el propio Chávez- costarían entre un 40% y un 50% menos que sus competidores en el mercado venezolano y comenzaron a ser ensamblados la semana pasada.
El gobierno prevé que para este año sean producidos 5.000 vehículos en una planta en Aragua, en el norte del país, y para el próximo, año electoral, más de 18.000.
En Venezuela, donde los precios de la mayoría de los autos son dos o tres veces mayores que en Europa o Estados Unidos, el objetivo es que estos estén disponibles para una mayor cantidad de venezolanos.
Al mismo tiempo, el gobierno de Chávez quiere reactivar la anémica fabricación de autos en Venezuela, un país donde lo usual era la vitalidad de este negocio gracias en buena parte a que cuenta con la gasolina más barata del mundo.
Venezuela, que era en 2007 el cuarto mayor vendedor de autos de América Latina -tras Brasil, México y Argentina- ocupa ahora el octavo puesto, al haber caído el negocio por debajo del de Chile, Colombia, Ecuador y Perú, según las cifras de la revista venezolana Guía del Motor.
Raúl Álvarez, director de esa revista, atribuye ese desplome a la política nacionalista que inició ese año el gobierno -más impuestos a la importación y obligación de usar componentes fabricados en Venezuela- y al estricto control de divisas, que 'asfixia al sector privado'.
'El mercado de automóviles está en coma', diagnostica en conversación con BBC Mundo.
Dudas
Arauca y Orinoco comenzaron a ser ensamblados la semana pasada por una empresa compuesta por capital estatal y la privada ZGT, que obra bajo licencia de Chery.
El más pequeño Arauca, un modelo con dos o cuatro puertas, tendrá un motor con capacidad de 1,3 litros y se espera que su precio ronde los US$20.000. En cuanto al Orinoco, un modelo sedán, costaría unos US$28.000.
A pesar de la importancia que el gobierno le ha dado al proyecto, los conocedores de la industria del automóvil en Venezuela albergan dudas respecto al posible éxito de la iniciativa.
Hace cinco años, el gobierno creó Venirán, una alianza con una empresa iraní para producir autos 'socialistas', los Venirauto, que usaban tecnología considerada desfasada y que no alcanzó los objetivos de producción previstos.
El reto para esta nueva alianza con la empresa china no es que en Venezuela haya poca demanda, sino que la fábrica sea capaz de producir con los obstáculos existentes en el país, valora el editor del venezolano Diario Automotriz, Julián Afonso.
Las grandes empresas automotrices instaladas en el país, como Toyota, General Motors o Ford, tienen que fabricar sus partes en el extranjero para luego ensamblarlas en Venezuela.
'La importación de vehículos está reducida a su mínima expresión', continúa Afonso quien precisa que algunas marcas como Kia, Renault y Peugeot han conseguido que Venezuela acepte la venta de sus vehículos ensamblados en algunos países regidos por gobiernos próximos al de Venezuela, como Argentina o Ecuador.
Los analistas advierten que algunas grandes empresas extranjeras están teniendo serios problemas en Venezuela a causa de estas restricciones.
'La política automotriz que inició el gobierno en 2007 ha sido una equivocación y el precio que se ha pagado es muy grande', opina el director de Guía del Motor, Raúl Álvarez. 'Fue entonces cuando comenzó la destrucción de la industria y el negocio automotriz en Venezuela'.
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